El Celta realizó un gran partido, con un desgaste descomunal y un enorme ejercicio de fe, ante un rival formidable al que dominó por completo. Fútbol espléndido, derroche de ambición, pero un solo punto, muy escaso para los méritos contraídos. Corto empate sin goles para un Celta fantástico.
El Celta arrancó con posesión, paciencia y ambición. Dominó el cuero desde el inicio y a los cuatro minutos un centro de Orellana acabó en el codo de un zaguero rival. No hubo penalización.
El Villarreal mostraba una velocidad endiablada cuando robaba y la sensación de peligro era constante en ambas áreas, con un ritmo de juego muy elevado y una enorme vistosidad. A los 13 minutos, Sergio sacó una gran mano a un remate a bocajarro de Bakambu. Dos minutos después fue Areola quien desvió con una gran parada un remate de Guidetti. Los celestes acumularon más llegadas y oportunidades con un gran fútbol en la siguiente fase del choque.
El dominio celeste hasta el descanso fue notable, con un fútbol hermoso sin el colofón merecido, el del gol, que se resistía.
Tras la reanudación, de nuevo ritmo muy elevado, dominio celeste, con un juego espléndido, y veloces salidas del rival: peligro en ambos campos y mucho espectáculo. Pasado el primer cuarto de hora, en pleno acoso celeste, gran disparo de Wass y espléndida parada de Areola.
El Celta mantuvo el dominio, abrumador, y las intenciones ante un Villarreal cada vez más replegado y recostado en la posibilidad de contragolpear.
FICHA TÉCNICA
0-RC Celta: Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny, Marcelo Díaz, Wass, Iago Aspas, Orellana, Nolito (Radoja, min.88) y Guidetti (Bongonda, min.68).
0-Villarreal CF: Areola, Mario, Pina, V. Ruiz, Baptistao (Castillejo, min.63), Trigueros (Bruno, min.75), Bakambu, Denis Suárez, Rukavina, Bailly y Nahuel (Adrián, min.65).
Árbitro: Jaime Latre, del comité aragonés. Amonestó a Marcelo Díaz, Cabral, Nahuel, Denis Suárez, Bailly, Mario, Rukavina.
Campo: Balaídos, 15.372 espectadores. Antes del comienzo del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de Francisco Araujo, presidente del Celta Bosco y ex directivo celeste, recientemente fallecido. Los jugadores del RC Celta portaron además brazaletes negros.
